Ojalá todos nos hagamos niños en nuestros corazones y saltemos de gozo -como Anita- en busca de nuestro Señor Jesucristo, diciéndole:
«¡Aquí me tienes, Señor, para hacer tu voluntad! ¡Que alegría!».
En esta peregrinación se llega a la conclusión de que es un viaje necesario para nuestra alma, al conocer in situ los Lugares Santos por donde nació, vivió, nos reveló la Buena Nueva, padeció, murió y, sobre todo, resucitó nuestro Señor Jesucristo. José Francisco Ceacero expone sus vivencias en cada una de las visitas establecidas por la agencia de viajes y guiadas por don Raúl Abajo (sacerdote), de una manera poco vista, pero con un matiz y madurez sublimes, que nos hace introducirnos en ellas, tanto para los que nunca han visitado Tierra Santa como para los que han estado, ya que le sirve de dulces recuerdos en esa peregrinación tan entrañable como fascinante. El libro de nitivo para acercarse, desde una vista prodigiosa, a la historia más grande jamás contada.
Querido lector: si has estado, ¡felices recuerdos! Y si aún no has hecho la peregrinación, has cogido el mejor libro para orientarte y hacerte vivir esos momentos únicos... para después visitar Tierra Santa.