Matar al macho es un libro necesario, de intervenciones sobre un campo problemático, a través de tres ejes fundamentales: la deconstrucción, el feminismo y las nuevas misoginias. Algunos de los autores lo hacen a partir de las alarmantes cifras de femicidio, otros desde espacios particulares y tan locales como lo es el tango, también está quien se atreve a pensarlo desde y hacia la esfera política o de puertas adentro en la crianza, en la vida familiar, en la calle, en la escuela. En cualquier caso, lo que prima es el afán de polemizar sin bajar línea. ¿Qué pasa con los varones a partir del auge de los movimientos que lideran hoy las mujeres (#Niunamenos, #MeToo, entre otros)? ¿Se trata de que ellos asuman una causa que los objeta, que se identifiquen con la víctima? Por otro lado, ¿qué subyace en los escraches por abuso? ¿El hombre está asediado? ¿Decir que está solo, es lo mismo que pensar que está a solas? ¿Ser un hombre feminista, es lo mismo que ser un varón deconstruido? ¿Cuáles son las emboscadas de las misoginias contemporáneas? ¿Qué injerencia tienen las mujeres en la deconstrucción del macho? ¿Cuán responsable es acaso, la lógica individualista y capitalista del mundo que nos toca vivir? ¿Cómo interactúa la reducción de maternidad a un deseo privado, con la destitución del patriarcado? No existe un protocolo que nos asegure cómo hay que ser varón y cómo este debe desactivarse para volver a construirse. Porque si de revoluciones hablamos, Voltaire ya lo dijo hace tiempo: "La duda no es un estado agradable, pero la certeza es un estado ridículo". Los textos de esta compilación apuntan a la idea de matar no al varón, sino al macho que nos habita, indistintamente del género y del cuerpo que portamos. Sí, matar una manera de pensar, gestar, criar, educar y vivir, que instauró el patriarcado y que hoy podemos elegir desterrar.