Hasta alrededor de 1900, el concepto de »afro« no existía en la historia de las esclavitudes. Las denominaciones de origen africano servían para menospreciar a los esclavos en la esclavitud atlántica. Se temía una »africanización« de la sociedad en las Américas. Ningún esclavo o ex esclavo se hubiera descrito a sí mismo como »afro«. Fernando Ortiz desarrolló el concepto en su libro Hampa-afrocubana como seguidor de Cesare Lombroso (1906). Estaba dirigido contra los negros. Desde 1960, los conceptos »afro« ganaron un significado muy positivo entre intelectuales. La masa de la población negra y de color en las Américas, especialmente en las áreas de habla hispana y portuguesa, seguirá usando la palabra y el término »negro«.