Historias terribles de las fábricas para matar gente es un libro de microrrelatos que no superan 100 palabras, y que van desde el nacimiento de los campos de concentración en Sudáfrica a finales del siglo xix hasta los campos de concentración vigentes.
Al tratarse de textos brevísimos que desechan todo lo prescindible, como pasa con la poesía, el lector se involucra en el relato con contundencia. Por su extensión y forma, las historias invitan a llenar los vacíos dejados conscientemente para multiplicar su horror y hacerlos imposibles de olvidar.
Esta revisión de los acontecimientos espantosos ocurridos en los campos de concentración permite el acercamiento de un público muy diverso; mediante la ficción se ofrece un testimonio tardío de los que murieron en esos lugares.