Es un acercamiento a dos obras de Germán Arciniegas, El caballero de El Dorado y Cosas del pueblo: crónica de la historia vulgar, que analiza la importancia de los recursos empleados por el autor para que las figuras sin nombre, sin voz, invisibles en las historias oficiales pudieran emerger y que la cosmovisión de esos personajes, quehaceres, modos de vivir, formas de pensar, luchas y derrotas fueran recuperados, desde lo que puede denominarse una poética de la microhistoria, para darles vida y escucharlos.
De igual forma, se hace un análisis de cómo el proyecto de violencia civilizatoria fue el precio pagado para que América ingresara al proceso de la modernidad, pero desde la periferia, lugar asignado por el eurocentrismo, y cómo en la dicotomía civilización/barbarie, términos como descubridores, conquistadores, evangelizadores, se corresponden con conceptos que han representado histórica y culturalmente negación de la otredad americana, violencia y exclusión.