Al otro lado del Eterno Espejo de la Vida, el hombre siempre estará frente a la imagen real de sí mismo. Liberado de los contornos ilusorios de la materia, sus auténticos rasgos intelecto-morales se acentuarán en su espíritu.
La voz de la conciencia le hablará sin subterfugios y ya no podrá ignorar la verdad.
En vano, enfrentándose a sí mismo, tratará de sustraerse a la contemplación de su propia realidad, que intereses y conveniencias subordinadas le han hecho olvidar.
Al choque de la muerte física, a la que sin duda se somete innumerables veces, a lo largo de sucesivas vidas, el hombre va despertando y, poco a poco, comienza a verse en su esencia, tomando en sus manos las riendas del destino.
Este libro es una continuación del drama entre Inácio Ferreira y el Inquisidor Tomás de Torquemada descrito en la obra "Bajo las Cenizas del Tiempo."