Desde 1844 y hasta 1888, año en que murieron ambos, Sarmiento mantuvo una interesante correspondencia con José Victorino Lastarria, referente liberal en Chile, donde el sanjuanino se exilió durante un largo período. Una relación que comenzó con gran aspereza (el diario publicado por Lastarria había atacado a Sarmiento y él se lo reprochaba), pero pronto pasó a la cordialidad y terminó convirtiéndose en una amistad duradera. Este epistolario es un documento valioso para comprender sus proyectos constitucionales, discusiones sobre formas de gobierno y libertades, matices de Lastarria con la presidencia de Sarmiento, demarcaciones polémicas entre civilización y barbarie. Curiosamente, en la vejez de ambos, las cartas cobran un tono más personal, contemplativo, casi poético.-