Elma tenía mucho que enseñar sobre el VIH y el SIDA. Es lo que muestra esta obra que estuvo más de una década guardada, esperando el momento oportuno para ser publicada.
La instructora Elma, en la espiritualidad, era una socorrista experimentada e iluminada. Poseedora de un vasto conocimiento en varias áreas, ahora asumió la supervisión de un grupo de estudiantes muy especiales: Romildo, Silmara y Álvaro. Les interesó hacer un gran estudio sobre la sexualidad, los comportamientos y los vicios en esta área tan delicada para el desarrollo emocional de los encarnados.
Una vez elaborado el plan de trabajo, salen a visitar el plano físico y seguirán de cerca, supervisados por la amable Elma, situaciones en el campo del sexo que desembocarán en la observación d eun tema muy importante en la actualidad: el SIDA.
Además de la exquisita instrucción a los alumnos, Elma deberá ayudar a Lúcio, quien fue y sigue siendo un alma muy querida, su verdadero amor que, encarnado, se infectó con el virus del VIH y, desencarnado, enfrenta dificultades para ayudarse a sí mismo en Dios, como él experimentó una vida llena de lujuria y muchos malentendidos en su fe.
En este viaje, con ricos detalles, todos seguirán a varios personajes que experimentan pruebas en torno al VIH y al SIDA que también servirán como lecciones para el aprendizaje de los estudiantes ávidos de instrucción.