En una vida pasada, Rubens se enamora de Livia, novia de su hermano Humberto.
Aun teniendo una vida desequilibrada por el juego, por la bebida y por la promiscuidad, Rubens alimenta el sueño de tener a Livia en sus brazos.
Movido por la pasión incontenible y por la envidia, decide matar a su hermano, empujándolo bajo las ruedas de un tren. Sin embargo, el crimen jamás fue descubierto.
Años después, en la espiritualidad, el propio Humberto se empeñará para socorrer al hermano en las zonas inferiores y un nuevo planeamiento reencarnatorio es elaborado para Humberto, Rubens y Livia. Pero, esta vez, es Humberto quien no soportará ver a Livia al lado de Rubens. Además de eso, otros sinsabores, en la nueva encarnación, lo aborrecerán: el alcoholismo del padre y su relación con Irene, que lo engaña de todas las formas, solo para quedarse con él.
Humberto, sintiéndose derrotado e inútil ante tanto disgusto e inconforme con lo que vive, es acometido por trastornos psicológicos, dejándose abatir y cayendo en profunda depresión. Sin embargo, contando con ayuda espiritual y el apoyo psicológico, el propio Humberto entendiendo que es él mismo el único capaz de liberarse de la depresión y de la obsesión en la que se encuentra.
Una vez más, el espíritu Schellida, con la psicografía de Eliana Machado Coelho, trae actualísimas enseñanzas en Corazones sin Destino. Un romance que aborda temas como la depresión, el síndrome de pánico y disturbios de ansiedad.
Nos muestra la importancia de vigilarnos para que nuestros sentimientos más íntimos no se transformen en fuente de desequilibrio y enfermedad.
Al final, el verdadero amor libera, trae alegría y paz al corazón.