El espacio como signo de contención, movilidad, identidad cultural, expresión corporal, dispositivo mnemónico y de percepción colectiva e individual permite examinar relaciones sociales y de género, circunstancias histórico-mnemónicas y diferencias culturales. La percepción del espacio se convierte en un proceso mediante el cual un individuo es capaz de definir, construir, imaginar o relacionarse con el territorio desde el cual se quiera posicionar. El presente libro reúne una selección de textos y proyectos heterogéneos que reflexionan sobre el espacio material, social y filosófico en torno a diversas expresiones artísticas y culturales. Se trata de prácticas que transitan por circuitos como el urbanismo, la instalación, el teatro callejero, el lenguaje, la literatura, las políticas culturales y la acción política. Entender estos procesos en una dimensión histórica, teórica y performativa es importante para la comprensión del desarrollo interdisciplinario del arte y sus cruces con las Humanidades y las Ciencias Sociales. Partimos de la idea de que el conocimiento está interconectado, y que la división de disciplinas es una impostura que tiende a impedir el desarrollo de relaciones más complejas.