El siglo XXI ha sido testigo de una aceleración del ritmo de los viajes y de una fuerte integración mundial, lo que ha obligado a los actores del comercio internacional a reorganizar la cadena logística y a idear nuevos medios de transporte, envasado y embalaje. Esta globalización ha favorecido la aparición de riesgos nuevos o simplemente olvidados respecto a los del siglo XX. Pérdida de contenedores, Acumulación de valores en un mismo lugar o en un barco, Amenazas cibernéticas que pueden afectar gravemente a los sistemas de navegación, Utilización de nuevas rutas polares, Balanceo paramétrico, Próxima llegada de barcos no tripulados... El propio principio de asistencia a las personas en el mar se está poniendo en duda... ¿Estamos asistiendo a una agitación? ¿Riesgos nuevos u olvidados? Un examen de todos los riesgos nos permitirá responder a esta pregunta y apreciar cómo los mercados de seguros marítimos y de transporte se han adaptado a estos riesgos, a veces acercándose a otros ramos de seguros para encontrar la mejor respuesta a los riesgos presentados.