Sin duda, este libro resultara valioso para un publico muy amplio, en principio filosofos y musicos; pero esta escrito con tanta claridad, belleza, riqueza en metaforas, y con un cuidado por hacerse comprender y de llegar a los otros, que no dudo que resulte interesante mucho mas alla del ambito cerrado de estas disciplinas. Este trabajo permite comprender desde otra perspectiva algunas ideas centrales del pensamiento de Foucault; ademas, permite descubrir otras facetas de algunos filosofos como Agustin y Descartes a la luz de una arqueologia de la estetica musical. Es un estudio indudablemente muy serio y riguroso, cargado de sugerencias y de mltiples caminos de indagacin. Se trata de un texto maduro que presenta una filosofa que quiere ser crtica, que quiere, en cierto modo, violentar, mover el piso, sacudir, pero que a la vez no quiere renunciar a la esperanza, a la promesa del encuentro, de los abrazos, de la conversacin. Pedro le apuesta a la filosofa como encuentro con los otros y que, como destaca Agustn en el caso de la msica, se presenta como algo que convoca y abre la posibilidad de lo comn, de la comunidad.
Sin duda, este libro resultará valioso para un público muy amplio, en principio filósofos y músicos; pero está escrito con tanta claridad, belleza, riqueza en metáforas, y con un cuidado por hacerse comprender y de llegar a los otros, que no dudo que resulte interesante mucho más allá del ámbito cerrado de estas disciplinas. Este trabajo permite comprender desde otra perspectiva algunas ideas centrales del pensamiento de Foucault; además, permite descubrir otras facetas de algunos filósofos como Agustín y Descartes a la luz de una arqueología de la estética musical.
Es un estudio indudablemente muy serio y riguroso, cargado de sugerencias y de múltiples caminos de indagación. Se trata de un texto maduro que presenta una filosofía que quiere ser crítica, que quiere, en cierto modo, violentar, mover el piso, sacudir, pero que a la vez no quiere renunciar a la esperanza, a la promesa del encuentro, de los abrazos, de la conversación. Pedro le apuesta a la filosofía como encuentro con los otros y que, como destaca Agustín en el caso de la música, se presenta como algo que convoca y abre la posibilidad de lo común, de la comunidad.