Un Lenin en la clandestinidad, oculto en alguna aldea cercana a Petrogrado, ya en Helsinki, nos propone una de sus obras fundamentales.
El Estado y la Revolución es la faena de un militante. Su texto nos lo confirma página tras página. Además, en simultáneo con su redacción, Lenin produce decenas de artículos breves, notas y cartas. Todos ellos impregnados de una vehemente certeza: los bolcheviques se hallaban ante una cita con el futuro que era imperioso no desairar. Hay libros que atrasan. Otros pueden avejentarse. Y están? ?los imprescindibles. Que a medida que pasa el tiempo? ?se van haciendo más sabios. Vueltos a leer, les descubrimos? ?aristas que no habíamos entrevisto. En parte mérito? ?del propio libro, de nuestra maduración y/o del encuentro? ?de alguna vieja tesis con alguna nueva situación. Esto? ?hace grande a una obra. Y, desde ya, es la virtud de El? ?Estado y la Revolución.
Un Lenin en la clandestinidad, oculto en alguna aldea cercana a Petrogrado, ya en Helsinki, nos propone una de sus obras fundamentales.
El Estado y la Revolución es la faena de un militante. Su texto nos lo confirma página tras página. Además, en simultáneo con su redacción, Lenin produce decenas de artículos breves, notas y cartas. Todos ellos impregnados de una vehemente certeza: los bolcheviques se hallaban ante una cita con el futuro que era imperioso no desairar. Hay libros que atrasan. Otros pueden avejentarse. Y están¿ ¿los imprescindibles. Que a medida que pasa el tiempö ¿se van haciendo más sabios. Vueltos a leer, les descubrimos¿ ¿aristas que no habíamos entrevisto. En parte méritö ¿del propio libro, de nuestra maduración y/o del encuentrö ¿de alguna vieja tesis con alguna nueva situación. Estö ¿hace grande a una obra. Y, desde ya, es la virtud de El¿ ¿Estado y la Revolución.