El autor utiliza intencionalmente el término Corrientes pedagógicas en lugar de teorías, para evitar al lector precisiones epistemológicas que seguramente preferirá pasar por alto. Al fin y al cabo, de lo que se trata es de mostrar, apoyado en las fuentes directas de los autores analizados, las ideas que han tenido más influencia en el saber sobre la educación en la época contemporánea. Esta influencia no se enmarca necesariamente en una ubicación temporal.
Así el pragmatismo de John Dewey, después de algunos años de olvido, ha vuelto a actualizarse en numerosas reediciones de sus obras y trabajos sobre su pensamiento educativo, entre ellos no pocas tesis doctorales. Algo similar ocurre con los escritos sobre educación de Antonio Gramsci. A los que gustan repetir sin demasiada crítica lo que suponen es el dogma marxista sobre la educación deberían leer al comunista sardo para ver cómo el marxismo ha tenido pensadores profundos que no se han apartado de las grandes líneas del pensamiento educativo clásico, sin caer en apologías políticas del momento.
La ciencia de la educación, es decir, la pedagogía, durante el siglo XX recibió aportes y críticas desde todo el ámbito de las humanidades y las ciencias sociales. Filosofía del lenguaje, psicoanálisis, conductismo, pragmatismo, culturalismo, marxismo, realismo filosófico actualizado, son corrientes que han tenido grandes pensadores interesados en la educación. El autor no oculta sus preferencias, pero como es un entusiasta adherente del espíritu que dio origen a la Universidad, considera que estas concepciones deben ser confrontadas, apoyándose siempre en las fuentes directas, para considerar sin prejuicios (en la medida en que esto es posible) la verdad que cada una contiene.