Rodolfo Obregón ahonda en los orígenes y la evolución de las prácticas documentales en la escena mexicana contemporánea, enfocándose en las primeras dos décadas del siglo XXI y en cómo los eventos históricos recientes han propiciado una inversión de las formas tradicionales de representación artística, desplazando las narrativas nacionalistas y centralistas, y dando lugar a otras formas de creación apegadas a los documentos, al testimonio y a una realización escénica que se nutre de la realidad social y política para abrir un espacio de reflexión alrededor de los conflictos actuales. Dichos elementos revelan las posturas de creadoras, creadores y colectivos que, a su vez, ofrecen a las y los espectadores un espacio desde el cual construir una mirada, un reconocimiento del mundo que impacta directamente en las formas de vida de las comunidades en las que se generan y a las que se dirigen. La obra se estructura en tres capítulos: el primero traza una genealogía del uso del documento en el teatro mexicano; el segundo examina las nuevas coordenadas y los procedimientos específicos de creación en el teatro documental contemporáneo, tanto en México como en el ámbito internacional, y el tercero presenta nueve creaciones escénicas significativas en la escena mexicana de colectivos como Teatro Línea de Sombra, Oligor y Microscopía, Lagartijas Tiradas al Sol o Teatro Ojo, que permiten ilustrar cómo insertaron el documento en la escena, creando en el público experiencias únicas a partir de explorar y atravesar de manera constante esa frontera inestable entre realidad y ficción.